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Juegos para mejorar el lenguaje de los niños.

Los juguetes son entretenimiento, pero también son herramientas para descubrir cosas sobre el mundo que les rodea. A través de ellos los niños también comienzan a comunicarse con su entorno, con su familia y entre ellos mismos iniciando su aprendizaje social.

Mejorar el lenguaje corporal y adquirir capacidades psicomotrices.

Cumplido el primer año, el niño empieza a adquirir más potencia y musculatura para poder dar sus primeros pasos, si es que no lo ha hecho hasta ahora. Por tanto, son ideales los juguetes que le ayuden en el proceso de ponerse de pie y empezar a andar.

La principal característica de los niños de esta edad es que la capacidad para desplazarse por sí mismos les abre un interesante mundo por descubrir. Todo se convierte en un gran campo de exploración por tanto debemos proporcionarles juguetes que le permitan experimentar.

Son ideales aquellos juguetes que le ayuden a dar sus primeros pasos o a consolidarlos, como correpasillos y andadores. El taca-taca en todas sus variantes (los de empujar o sentarse, no los andadores en los que se coloca al bebé dentro) le ayudará a incorporarse y moverse de un lado al otro.

Una vez que se mantenga firme de pie, le divertirán los juguetes de arrastre con los que podrá jugar mientras camina. También juguetes que encajan y se apilan, así como juguetes que se enganchan y ensartan.

Lenguaje emocional. Aprendiendo habilidades sociales.

Otra de las actividades favoritas de los niños de entre uno y dos años, más hacia el segundo año, es imitar el mundo de los mayores. El juego simbólico es el juego por excelencia en la infancia en que los niños imitan situaciones que ven en la vida real.

Aunque el afianzamiento se produce entre los dos y tres años, empiezan a interesarse por imitar el mundo de los mayores a través del juego simbólico, por tanto podéis proporcionarles disfraces y figuras, tanto de animales como muñecos o coches (que sean adecuados para su edad), así como cacharritos de cocina con los que empezará a representar su particular mundo en miniatura.

No os olvidéis de los peluches interactivos que hablan, cantan y bailan. Les encantan, y más si se trata de sus personajes favoritos, en algunas guarderías bilingües introducen peluches o muñecos que hablan en inglés para acostumbrar a los niños a la variedad del lenguaje.

Los libros son siempre un acierto. Empiezan a incorporar conceptos, así que son perfectos aquellos que dan nombre a los dibujos. Preferiblemente, de hojas duras.

Empiezan con los primeros dibujos en la escuela infantil, así que también es buena idea comprarles algunas pinturas adecuadas a su edad. Hay ceras gordas especiales para sus manitas y que se pueden limpiar fácilmente, ya sabéis que los pequeños lo ven todo como un gran lienzo.

Lenguaje lógico. Descubriendo el mundo exterior.

El niño de un año es capaz de resolver problemas sencillos, y va cogiendo cada vez más autonomía. Le encantan los juguetes con botones para apretar y que producen sonido. Ya es consciente de que lo que hace produce un efecto y es capaz de memorizar series sencillas.

Sus nuevas habilidades le permiten manipular objetos y piezas de construcción con mayor destreza, a través de las cuales adquieren nociones básicas para la comprensión del mundo que le rodea. Empiezan a adquirir conceptos espaciales como el volumen, grande-pequeño, alto-bajo, corto-largo, formas geométricas, así como van adquiriendo algunas nociones más complejas como el equilibrio, la simetría o la resistencia.

Los hay de madera con bloques dentro para crear formas, los hay tipo corre pasillo con luces y sonidos y una tapa en el asiento para guardar cosas, y también los hay en forma de triángulo con ruedas y un panel con actividades.

Son adecuados para esta etapa los juguetes de manipular y de construcción como los cubos, encajadles, piezas de construcción grandes. Siguen resultándoles de lo más interesantes las mesas de actividades y los “primeros ordenadores”, teléfonos, pianos o cualquier tipo de juguetes con botones y sonidos.