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TÍTULO:
Pequeño manual para padres a principios del siglo XXI
AUTOR:
Jordà Lapuyade, Lluís
EDITORIAL:
Thassàlia
PÁGINAS:
164
EDICIÓN:
1.999
RECOMENDADO:
Padres de niños de 0 a 16 años.
OBJETIVOS:
Poner los fundamentos sobre cómo educar al hijo
DESTACA:
• Sencillez de lectura
• No exige conocimientos previos de ningún tipo
• Ideas y argumentos (y algún “cómo hacer”)
• Puede serenar afectivamente y orientar los conocimientos de los padres angustiados y desorientados

“COMENTARIO DEL LIBRO”

En cierta ocasión, unos padres me comentaban con gestos de comicidad que “tener niños es muy gratificante pero que hay un gran fallo en todo el proceso: nacen sin un manual de instrucciones”. (El autor refleja esta misma imagen en el capítulo de “normas y reglas”). Conociendo a estos padres, que puedan ser representativos de una gran mayoría, interpretaba en sus palabras un estado de angustia más que una información de hechos científicos.

El libro de Jordà Lapuyade puede ser de utilidad para sobrellevar esa vivencia de ansiedad de unos padres que se plantean cuáles pueden ser los sistemas educativos que deben utilizar.

No es un libro científico que asienta sus afirmaciones en estudios experimentales o estadísticos. No es un libro catastrofista que amenaza con lo que va a ocurrir si no haces esto o aquello. No es un libro que muestra ejemplos y más ejemplos para dar validez a sus argumentos. Sencillamente es un libro que, partiendo de conocimientos y de la experiencia, utiliza sabiamente el sentido común. Por este motivo comparte los enfoques de un determinado grupo social, el occidental-europeo-español, su forma de entender la vida, la sociedad y la educación. Puede que determinadas propuestas no sean aceptadas por otras culturas. Así, algunos de los tratamientos que hace del castigo quizás no se acepten en comunidades nórdicas o países de América del Sur. Otro tanto puede suceder en comunidades religiosas o muy tradicionales con el capítulo que trata de la estructura familiar y su estabilidad en el mundo actual. En él se aconseja el no rompimiento del matrimonio, pero no a cualquier precio. El mismo análisis puede hacerse con el capítulo que habla de la adolescencia y con todos los demás.

Sin embargo, el hecho de que el autor fundamente el sentido común y el enfoque educativo en los planteamientos habituales de nuestra sociedad, no tiene que traducirse en una valoración negativa. Como mínimo puede hacernos reflexionar en aquellos apartados con los que discrepemos. En el mejor de los casos, y en el de muchas parejas, puede servir para organizar la educación de los hijos de manera acorde con la sociedad y la época que “nos ha tocado vivir”.

El libro está estructurado en capítulos breves. Son un total de diecinueve para 164 páginas, en los que van analizándose los principales temas que unos padres van a plantearse según va creciendo el hijo. Empezando con unos sencillos análisis sobre biología y maduración termina con la adolescencia. Dos apuntes pueden dar una imagen de sus contenidos y de la forma de tratarlos. Primero, no se abordan temas de los habituales en las tertulias entre padres como pueden ser el pis, el dormir, las agresiones, la obediencia o los deberes. Trata de las “directrices maestras de la educación”: normas, reglas, castigo, elogio, afectividad, comunicación, etc. Segundo, al llegar al último capítulo, sobre la adolescencia, afirma “la adolescencia viene a ser una recapitulación de la labor educativa, buena o mediocre, que hayan realizado hasta aquel momento”. Después de este momento nuestras posibilidades de educar al hijo son mucho menores. Hay que trabajar desde que nace hasta este momento. Al fin y al cabo educar a un hijo es prepararle para “ser un adulto”.

La redacción y estructuración de los capítulos permite una lectura ágil y rápida. Pero también puede hacerse muy lenta y en días separados. Puede analizarse con detalle cada capítulo e incluso tomar notas para comentar con la pareja o en la “escuela de padres” de nuestro centro.

Una limitación que podría ser importante para quien busque un manual definitivo sobre cómo educar a su hijo: no es un libro completo y definitivo. Es un libro básico e introductorio. Con él podemos empezar y poner los fundamentos iniciales, pero habrá que seguir leyendo y formándose. Todos los temas se abordan de manera elemental y por ello incompleta. En absoluto se desacredita por este motivo el libro. Sencillamente, se trata de ajustar las expectativa a lo que sin duda pretende el autor desde el propio título “Pequeño manual para padres, a principios del siglo XXI “.

Como última nota, de gran valor cuando se habla de educación, se puede señalar su delicadeza y al mismo tiempo su valentía. El amor y la afectividad aparecen reflejados en todas las páginas. Pero no se esconde cuando analiza que al niño hay que decirle “no”, que se puede y se debe castigar o que al adolescente de 18 años en determinadas circunstancias, hay que plantearle que se vaya de casa.

Como conclusión se puede sacar una idea que plantea el autor en las primeras páginas: no debe preocupar el fracaso escolar sino el fracaso humano.

MARCELINO RUIZ DE ARCAUTE